La humedad es un problema muy común en las casas. Es molesta, perjudica la imagen y es difícil de controlar. Además, a veces podemos detectarla con facilidad, pero hay otras ocasiones en que puede pasar desapercibida, causando graves daños al hogar. 

Por eso, hoy te queremos compartir algunas ideas para mitigarla… o hasta eliminarla.

Cómo se genera

Para empezar, analicemos cómo y porqué se genera la humedad: 

• Clima. En una región donde la temperatura es más fresca o fría, será más probable que la humedad aparezca. En contraste, los ambientes más húmedos (zonas tropicales o de precipitaciones) también son focos donde se formará con más facilidad.

• Construcción. Algunos materiales son más sensibles y delicados que otros, sobre todo si no se tratan contra la humedad: yeso, fibra de vidrio, madera y concreto expuestos a la intemperie. También afectan mucho las habitaciones con poca ventilación o luz del sol. 

• Ventilación. Si ‘atrapas’ el aire caliente, éste se condensa, después vuelve a ser agua y, eventualmente, forma esas manchas de moho que tanto tememos. 

Efectos

Ahora, ¿conoces los efectos de la humedad? Si no la eliminas con tiempo, puede generar complicaciones más preocupantes que una fachada pobre y deslavada. 

• Inmuebles viejos. Cuando el problema de humedad es serio, los materiales se corroen y provocan inestabilidad en la estructura. Y con el paso del tiempo, este problema sin atender puede provocar que la casa sea inhabitable.

• Inquilinos inesperados. La humedad es el Edén perfecto para hogos, insectos y otros parásitos. O si el nivel supera el ambiente de tu casa, eso puede incrementar el desarrollo de ácaros y moho en 50 %.

• Daño colateral. Eventualmente arruinará muebles, ropa, libros, juguetes, aparatos electrónicos… cualquier artículo cercano a la zona humedecida. 

• Bienestar. Las esporas de humedad son perjudiciales para la piel y el sistema respiratorio. Una habitación con un alto porcentaje de humedad puede provocar alergias, hongos en la piel, o problemas respiratorios.

Ideas para eliminarla

Hay muchas técnicas (tanto caseras como profesionales) para controlar la humedad en casa o acabar con el problema desde la raíz.

• Busca la fuente. Para prevenir que el problema crezca y después lo veas en otras habitaciones, determina dónde y cómo se origina. Si viene de grietas o filtraciones de agua, impermeabiliza toda la fachada y revisa que no existan fugas en la tubería. 

• Reconstruye. Soluciona los daños persistentes de la casa. No basta con disimular las manchas pintando sobre ellas, o tapándolas con adornos. Si el moho o los hinchamientos en los muros quedan retenidos, eventualmente se extenderán.

• Ventila. Siempre ventila esas zonas más propensas a enmohecerse, o que concentran humedad (el baño, la cocina o el cuarto de lavado). Deja puertas y ventanas abiertas en el día para impedir que el aire caliente se concentre. También puedes usar deshumidificadores o hidrómeros para controlar el aire de la casa.

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